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La amiga atrevida tuvo una aventura con su compañero de trabajo en la oficina y descubrió que a veces el riesgo vale la pena.

La madre de su amiga, con su ternura y sensualidad, despertaba en él un deseo profundo que solo se saciaba en la intimidad del apartamento.

La madrastra de su amiga lo recibió con una sonrisa en los labios y un coño apretado, lo cual lo hizo sentir muy afortunado de tenerla.

La madre de su amiga le confesó en susurros su intención de no parar hasta que él experimentara orgasmos tan intensos que lo dejaran sin aliento.

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Me equivoqué de hoyo, confundí a mi novia con su amiga y me la cogí mientras tomaba una ciesta.. Todo iba bien hasta que mi novia llegó y tocó la puerta, pero ya le habia dejado el agujero escurriendo de cremita.